miércoles, 15 de julio de 2009

Sobre Crisis y emergencia de nuevos modelos productivos de Julio César Neffa

El advenimiento de nuevos paradigmas productivos tiene a la base múltiples factores económicos y extraeconómicos que confluyen para dar cabida a otras formas de gestión y producción. El documento base para este informe tiene como premisa el agotamiento, ya en la década de los años setentas, del modelo taylorista-fordista, y la conformación de nuevos modos de pensar la actividad productiva dentro de las empresas.

Fordista

Posfordista

Neoliberal

Neoschumpeterianos

Democracia industrial

Especialización flexible

Producción magra

Organización altamente jerárquica

Disminución e individualización de los salarios directos e indirectos.

Desarrollar los sectores vinculados con las tecnologías de información y comunicaciones.

Formas tradicionales de control, obsoletas.

Pequeñas empresas y nuevas formas de coordinación.

Organización interna cooperativa y descentralizada. La organización jerárquica se comprime.

Productos homogéneos

Movilidad de la mano de obra.

Se destaca, como en Schumpeter, el papel de los empresarios innovadores.

Debe existir apertura a la iniciativa y creatividad de los trabajadores.

Pequeñas series de productos heterogéneos.

Producción flexible en cuanto a cantidades y variedad.

Demanda grande, rígida y de bienes durables.

Progreso técnico aumenta la productividad.

Es necesario innovar para activar las inversiones y la productividad.

Descentralización del poder y coordinación horizontal.

Demanda segmentada e inestable.

Mínima o nula autonomía de los trabajadores

El trabajo es considerado mercancía.

Articulación del campo tecnológico y científico con las instituciones.

Construcción de una cultura de empresa.

Mas confianza en la creatividad y competencia de los trabajadores.

Equipos de trabajadores polivalentes. Ingeniería simultánea.

Búsqueda de la promoción dentro de la empresa. Gran lealtad.

Tecnología con alto grado de mecanización. Maquinaria estandarizada.

Contexto de apertura y liberalización. Se desmantela el estado interventor.

Se consideran medulares los procesos de aprendizaje, adaptación y difusión de las innovaciones.

Mayor grado de calificación

Nuevas tecnologías informatizadas

Just in time,KAIZEN, Chido Ka, Kan Ban.

Contratos estables

Flexibilización y precariedad laboral.

Distribución del ingreso compatible con el origen de productividad.

Reducir el tamaño de las instalaciones y la cantidad de asalariados.

Predominio del trabajo a tiempo completo, donde se destacan; salario base, salario extra, primas anuales, prima al terminar la vida activa.

Severa selección del personal.

Especialización laboral

Contexto de estabilidad macroeconómica.

Cooperación

Polivalencia

Integración vertical dentro de la misma empresa

Economías de variedad gracias a esta coordinación vertical y horizontal a través de empresas del mismo tipo.

Grandes stocks de materias primas e intermedios.

Just in time, para reducir inventarios de materias primas e intermedios.

La producción estaba determinada desde arriba.

La producción determinada por consumidores exigentes que buscan calidad.

Producción determinada desde abajo.

Necesitaba un Estado providencia.

Aplicación de medidas desreguladoras de la economía.

Alta intervención del Estado o municipio

El fordismo

El fordismo es presentado, entonces, como un modelo que se estableció para dar respuesta a un contexto de demandas rígidas y grandes, crecimiento sostenido, gustos homogéneos, urbanización e industrialización de los países. Sin embargo, mantener dicho modelo dentro de las empresas implicó la insatisfacción de los trabajadores y la incorporación de costos ocultos (ausentismo, sabotajes, etc.). Esto se debe a que cuando surgió, este paradigma contaba con mano de obra masiva y poco calificada. Ahora, la nueva mano de obra disponible cuenta con mayor calificación y por tanto, mayor deseo de participación, comunicación, aprendizaje y cooperación con sus compañeros. Asimismo, la concepción repetitiva e impuesta del trabajo presenta limites respecto la salud física y mental de los trabajadores.
Por otro lado, el fordismo planteó demasiadas rigideces en el aspecto técnico-productivo. La elevada mecanización, los altos costos para cambiar un modelo, y la complejidad burocrática, hacen más lentas las respuestas ante situaciones adversas o mecanismos estratégicos de diversificación. De esta forma se disminuye la capacidad de las empresas de responder a las crisis estructurales o a shocks de demanda.
La baja productividad derivada de la excesiva mecanización y de los factores anteriormente expuestos, repercuten en el desempeño económico de la empresa, y consecuentemente en la economía en general. Siendo así que pronto se van presentando mermas en las ganancias empresariales, disminución en la inversión y como efecto, la desocupación.
De la misma forma, el límite encontrado en la poca valoración de las potencialidades del trabajo humano, el autoritarismo y las rutinas intensas y la velocidad impuesta desde la planificación de la empresa, es importante para la determinación de un modelo o paradigma de producción. El trabajo es visto desde la perspectiva fordista como la "maquinización" del ser humano.

El posfordismo

Las alternativas propuestas ante la crisis del modelo fordista, tienen como común denominador la flexibilidad. Esta puede ser entendida como una manera de integrar e implicar más al trabajador en las actividades de la empresa, como en el modelo basado en la empresa japonesa; o puede tender a la desregulación salarial y al desmantelamiento de la protección social, como en el modelo neoliberal. Sin embargo, cada una presenta particularidades que merecen ser explicitadas a continuación.

Modelo neoliberal. El principal error del modelo neoliberal es suponer que todo, incluyendo el trabajo, debe ser sometido al único arbitraje del mercado. Descuida que, yendo más allá de las fallas del mercado, la relación entre empresas, trabajadores, capitalistas, proveedores, clientes, etc. se presenta de manera asimétrica; lo cual coloca en franca desventaja a ciertas iniciativas individuales respecto a otras.
Esto, en un contexto de liberalización comercial, financiera, ajustes fiscales sesgados, poca institucionalidad y altos grados de corrupción, entre otros problemas, conduce a mayor acumulación de capital y contracción de la demanda.
Desde un punto de vista técnico laboral, este modelo tiende, al igual que el fordismo, a la insatisfacción e inseguridad de los trabajadores y a niveles altos de rotación de mano de obra. El poco compromiso de la empresa con el trabajador puede desincentivar y reducir la productividad y la inseguridad, truncar los procesos de aprendizaje y adaptación de tecnologías.

Modelo neoschumpeteriano. A pesar de ser un modelo que toma en cuenta el carácter cíclico de la economía, otorga demasiada importancia al cambio tecnológico y a las regulaciones institucionales, descuidando otras esferas. Una debilidad grande es que retomar dicho enfoque para cualquier economía es extrapolar una visión parcial del proceso productivo. Además no explica mucho acerca de la regulación del mercado de trabajo.

Democracia industrial. La democracia industrial permite ciertos cambios respecto a la autonomía del trabajador y el reconocimiento a su esfuerzo. Ahora bien, los mecanismos de control aparecen como responsabilidad de todos y disminuye de esta manera los costos de control. La descentralización y la coordinación horizontal fortalecen su capacidad de reconvertir procesos que lleguen a resultar obsoletos y es una manera de someter al personal a un aprendizaje continuo. De esta manera la cooperación de los trabajadores está al servicio de la productividad y la rentabilidad.

La especialización flexible. Este modelo productivo presenta flexibilidad no solo en el ámbito organizacional, sino en la articulación entre empresas. Promueve la participación local de conglomerados y la diversificación productiva, y exigiría fuerza de trabajo altamente calificada.
Este modelo presenta la debilidad de descuidar la heterogeneidad característica de las economías, sobre todo las latinoamericanas, y permitir mecanismos de subsunción de empresas pequeñas especializadas en algunas etapas de la producción, a otras más grandes vinculadas globalmente.

La producción magra. La producción magra nace básicamente como alternativa de las empresas líderes en el proceso de industrialización anterior, es decir, empresas grandes y consolidadas internacionalmente. Difícilmente este modelo puede ser extrapolado de una manera pura hacia otros contextos, sobre todo, por las diferencias culturales, institucionales y macroeconómicas de los países.
La alta tecnología, el aprendizaje y la formación del personal, la capacidad de responder "justo a tiempo" a la demanda, y de articularse internamente de la misma manera, y sobre todo, el mantenimiento de una planilla fija con los beneficios salariales ofrecidos por estas empresas, son condiciones que no pueden ser cubiertas por una empresa pequeña o incluso, mediana.

Tal como lo enuncia Neffa, los modelos anteriores presentan ventajas y desventajas y lo importante a este respecto, es que desde cada país pueda pensarse y repensarse la posibilidad de crear modelos que nazcan desde sus propias necesidades.

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